Welschen (Esculturas)
Héctor Gaspar Welschen
Héctor Gaspar Welschen nació en Santa Fe en 1951. Cursó estudios en la Escuela Provincial de Artes Visuales "Juan Mantovani" donde obtuvo el título de Profesor en Artes Visuales. Participa regularmente de premios y salones y de encuentros nacionales de escultura. Obtuvo en el año 2000 el máximo galardón en el Salón Nacional que anualmente organiza la provincia de Santa Fe en el Museo de Bellas Artes "Rosa Galisteo de Rodríguez", además de otras numerosas e importantes distinciones.
Welschen ha experimentado con diversos materiales como madera, piedra, resinas, metal. Actualmente aborda los mármoles de tipo Carrara, Negro y Travertino y maderas de diversas durezas para concretar sus pensamientos estéticos.
Welschen
y sus "Formas de Libertad"
Hace alrededor de un siglo y medio Charles Baudeliere escribió un texto titulado porque la escultura es aburrida.
Más que una tesis, era su postura ante la simetría de cánones y reglas que condicionaban- por entonces- la materia a idealizaciones formales. La materia humana, la mimesis, la búsqueda fortuita de nuevos acentos, merecían para él gran teórico un escéptico rechazo y su consecuente pontificación de la pintura: por la época, con abiertas búsquedas y confrontaciones del lenguaje.
La Escultura – El Arte más difícil, no solo para los griegotes hoy campo de complejos y notabilísimos caminos. Aportaciones de medios, nuevas técnicas, ensamblajes de alta temperatura, vínculos y roturas, hacen de la forma en el espacio un catecismo de la creatividad. Todo puede decirse y plasmarse desde bloques pétreo, desde una chapa o de una de plexiglás. La escultura conjugada en presente, posee una incontrovertible dimensión de futuro. Es materia y gesto; es espacio y proyección, es dialogo y asociación; es tiempo y transferencia.
Héctor Welschen trabaja la forma muy desde adentro. Ama el centro de la materia, seguramente porque es escultor por convicción, y su obra traduce ese sentimiento / pasión en la clara identidad de cada trabajo, en la soslayada perfección de una cerrada abstracción del mármol, nacida para ser acariciada tanto por los ojos como por las manos.
Decir que todos los materiales son confiables, no es sino reconocer su ductilidad y su fuerza. Madera y metal, mármol y poliéster, son para sus manos y sus Herramientas, medios de una expresión que exalta y apasiona, que recorre y descubre, que concilia y contrapone. Diálogos puristas, y a la vez, forma de libertad que dan a cada volumen y el espacio que lo contiene una vibración interna que va más allá de lo objetivo.
Arp y Brancusi, están tras algunas de sus conjugaciones de huecos y protuberancias. Archipenko en la fortaleza de sus construcciones verticales.
Penalba formas abiertas, la arquitectura deja paso a la sensualidad que va desde lo liso a lo rugoso, de la luz a la media sombra, de la materia apretada al vuelo aéreo. Materia que se pliega
y se compacta, que penetra y se funde en otro cuerpo matérico.
Su serie presencia por ausencia es un ejemplo de ese sutil contrapunto de fuerzas, de energías contenidas. Tanto como su serie de los diálogos, notable en la secuencia de formas que se abren y diversifican en el encuentro.
Welschen maneja su espacio con sabia gestualidad. Espacio que es marco contenedor, pero también cómplice de los acuerdos que la materia va gestando en cada forma, en cada estructura que se levanta e impone en la verticalidad. Ambas series fueron plasmadas entre 2004 y 2005, en ese frenesí que responde a una concepción apasionada, pero reflexiva. En cada pieza, Welschen responde subjetivamente a los ritmos que expresan una continuidad espacial, un orden, una potencia. Y casi por natural consecuencia, cada uno de esos ritmos, de esos diálogos, dejan trascender un libre goce de las partes en la armonización del todo. Obra que revela lúcidamente formas de libertad. Nunca formas duras, desprovistas de la gracia de un pliegue o de la posibilidad de cierto vuelo de desprendimiento.
En su caso, la escultura es umbral de percepción en el que la poesía no está excluida. Por eso su escultura no es aburrida. Y esto vale para celebrarlo.
J.M. Taberna Irigoyen
Presidente de la Academia Nacional de Bellas Artes
Miembro de las Asociaciones Argentina internacional de Critica del Arte
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